Hepatitis: no esperes los síntomas

La hepatitis viral es un asesino silencioso, responsable de numerosas vidas cada año, con síntomas que solo se presentan en etapas avanzadas.

¿Qué es la hepatitis?

Es la inflamación del hígado, lo que puede causar daño y afectar el buen funcionamiento de este órgano.

La hepatitis puede ser una infección aguda (a corto plazo) o una infección crónica (a largo plazo). Algunos tipos de hepatitis solo causan infecciones agudas. Otros pueden causar infecciones tanto agudas como crónicas.

¿Qué causa la hepatitis?

Existen diferentes tipos de hepatitis, con diferentes causas:

  • La hepatitis viral es el tipo más común. Es causada por uno de varios tipos, los virus de la hepatitis ABC, D y E. En los Estados Unidos, A, B y C son los más comunes
  • La hepatitis alcohólica es causada por el consumo excesivo de alcohol
  • La hepatitis tóxica puede ser causada por ciertos venenos, productos químicos, medicamentos o suplementos
  • La hepatitis autoinmune es un tipo crónico en el que su sistema inmunitario ataca su hígado. Se desconoce la causa, pero la genética y el entorno pueden influir

¿Cómo se transmite la hepatitis viral?

En general, la hepatitis A y la hepatitis E se transmiten a través del contacto con alimentos o agua contaminados con las heces de una persona infectada. También puede contraer hepatitis E al comer carne de cerdo, ciervo o mariscos poco cocidos.

La hepatitis B, C y D se transmiten a través del contacto con la sangre de una persona con la enfermedad. La hepatitis B y D también se pueden propagar a través del contacto con otros fluidos corporales. Esto puede suceder de muchas maneras, como compartir agujas de drogas o tener relaciones sexuales sin protección.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis?

Algunas personas con hepatitis no presentan síntomas y no saben que están infectadas. Si se presentan síntomas, pueden incluir:

Si tiene una infección aguda, sus síntomas pueden comenzar entre 2 semanas y 6 meses después de haberse infectado. Si tiene una infección crónica, es posible que no tenga síntomas hasta muchos años después.

En América, cerca de 80.000 nuevas infecciones de hepatitis B y C surgen anualmente, muchas de ellas sin ser detectadas. Como resultado, más de 100,000 muertes están relacionadas con la hepatitis cada año.

¡Pero hay esperanza! La prevención es posible con vacunas y tratamientos efectivos. La vacuna contra la hepatitis B está disponible tanto para adultos como para niños, y existen tratamientos orales seguros que pueden curar la hepatitis C. Es crucial para las mujeres embarazadas con hepatitis B crónica conocer su estado y acceder al tratamiento para prevenir la transmisión maternoinfantil.

Nuestro hígado realiza en silencio más de 500 funciones vitales cada día. Sin embargo, la infección por hepatitis vírica también actúa en silencio, y los síntomas aparecen solo en etapas avanzadas. Aunque existen varios tipos de virus de hepatitis (A a E), las hepatitis B y C son las más preocupantes.

Según el informe mundial sobre las hepatitis de 2024 de la OMS, la cantidad de vidas perdidas debido a las hepatitis víricas va en aumento. Esta enfermedad es la segunda causa infecciosa de muerte en el mundo, con 1.3 millones de fallecimientos anuales, equiparable a la tuberculosis. Además afirman que la lucha contra las hepatitis víricas es «clave» para reducir el número de casos de cáncer de hígado.

Solo tenemos una vida y solo tenemos un hígado. La hepatitis puede destruir ambos. Tomemos acción hoy para proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos.

No deje de hacer sus controles de rutina. No espere a los síntomas para hecr la consulta médica

fuente: Instituto Nacional de Salud https://www.nih.gov/

Alergias y calidad de vida

Las alergias son alteraciones físicas que se producen en el organismo, al reaccionar ante una sustancia extraña.

Estos cambios están asociados al sistema inmunológico, el encargado de producir anticuerpos y son los que identifican cuando estos cuerpos o sustancias extrañas generan los síntomas provenientes de elementos externos. Los alérgenos más comunes son: pólenes, ácaros, epitelios de animales, látex, picaduras de avispas, ciertos alimentos y algunos medicamentos.

Nadie nace con alergia, esta se puede desarrollar desde el periodo de lactancia en adelante. Por lo general, cuando una persona sufre de alergia presenta algunas sintomatologías, tales como inflamación en las vías respiratorias, vías digestivas y cambios importantes en la piel.

Las alergias deben tratarse con tiempo para evitar mayores complicaciones, sobre todo en las primeras etapas, ya que pueden suponer un grave peligro para las personas de cualquier edad.

Factores de la alergia

Los factores genéticos y ambientales son importantes para determinar si eres o puedes ser alérgico, que alguien en la familia tenga alergias puede ser un factor clave para que se desarrolle en otros miembros de la familia.

Además, si se juntan los factores genéticos y ambientales, como estilo de vida y alimentación, aumenta el riesgo de padecerlas. El alérgeno puede entrar en contacto con el cuerpo de diferentes maneras, inhalado por la nariz o la boca, ingerido, inyectado o entrando en contacto con la piel. Algunos de los síntomas de las alergias son: congestión nasal, rinorrea, estornudos, lagrimeo y enrojecimiento de los ojos, tos seca, pitidos en el pecho al respirar y dificultad respiratoria. Hay que tener siempre en cuenta que todos los tratamientos para las alergias ayudan a mejorarlas y a controlarlas, pero no curan la alergia.

Intolerancia o alergia

La mayoría de personas al hablar de alergias tiene en mente los estornudos provocados por el polen o confunden la enfermedad con la intolerancia. Sin embargo, ambos conceptos son distintos. La alergia es una respuesta exagerada del cuerpo hacia el alérgeno, en cambio la intolerancia es un problema a la hora de digerir una sustancia, está relacionada con el metabolismo y genera problemas digestivos o molestias, pero sin llegar a ser tan grave.

Confundir alergia con intolerancia es un error muy común que puede llevar a equivocaciones. Ante cualquie síntoma relacionado con estas situaciones, no duden en consultar a un profesional.

Día Mundial del Riñón

La enfermedad renal crónica (ERC) es común y dañina: 1 de cada 10 adultos en todo el mundo la padece y, si no se trata, puede ser mortal

Los riñones tienen el tamaño de un puño, son órganos complicados y sorprendentes que realizan muchas tareas esenciales para mantenernos saludables.

Su trabajo principal es eliminar las toxinas y el exceso de agua de la sangre y también ayudan a controlar la presión arterial, a producir glóbulos rojos y a mantener los huesos sanos.

Cada uno de los riñones tiene alrededor de un millón de filtros diminutos, llamados nefronas. Si las nefronas están dañadas, dejan de funcionar. Por un tiempo, las nefronas sanas pueden asumir el trabajo adicional, pero si el daño continúa, más y más nefronas se cierran. Después de cierto punto, las nefronas que quedan no pueden filtrar su sangre lo suficientemente bien como para mantenerlo saludable.

Cuando la función renal cae por debajo de cierto punto, se denomina insuficiencia renal. La insuficiencia renal afecta a todo el cuerpo y puede hacer que la persona se sienta muy enferma. La insuficiencia renal no tratada puede poner en peligro la vida.

Con un simple examen de sangre y orina, puede conocerse el estado de salud renal. Un diagnóstico precoz si hubiera deterioro renal, permite iniciar tratamientos específicos y tomar medidas que retrasan la perdida de la función renal.

Los factores de riesgo tradicionales de la Enfermedad Renal Crónica son: la diabetes y la hipertensión.  Tomar medidas para adoptar un estilo de vida saludable claramente ayuda a reducir el riesgo, y la detección y el tratamiento tempranos pueden retrasar o prevenir la progresión de la enfermedad renal a la insuficiencia renal y reducir la mayor incidencia de enfermedad cardiovascular asociada con la enfermedad renal.

La Enfermedad Renal Crónica es una enfermedad que empeora lentamente durante meses o años. Es posible que la persona no note ningún síntoma durante algún tiempo. La pérdida de la función puede ser tan lenta que no presentará síntomas hasta que los riñones casi hayan dejado de trabajar.

Es importante tener en cuenta las 8 Reglas de Oro para cuidar la salud renal:

  • Actividad física regular
  • Control del azúcar en sangre y de la presión arterial
  • Alimentación saludable (bajando consumo de sal y eliminando azúcar y procesados)
  • No fumar
  • Mantenerse hidratados
  • No automedicarse
  • Realizar los chequeos anuales de salud.

Cuidar preventivamente la salud es la mejor decisión.

Obesidad,una epidemia global en aumento

Es un trastorno caracterizado por niveles excesivos de grasa corporal que aumentan el riesgo de tener problemas de salud y suele ser el resultado de ingerir más calorías de las que se queman durante el ejercicio y las actividades diarias normales.

El síntoma principal es la grasa corporal excesiva, que aumenta el riesgo de padecer problemas de salud graves.

El tratamiento principal implica hacer cambios en el estilo de vida, por ejemplo, seguir una dieta más saludable y hacer ejercicio.

Algunos de los síntomas que dan una señal de alerta son: Dolor en las articulaciones o en la espalda, sobrepeso, apetito desenfrenado, fatiga, grasa abdominal o ronquidos.

Una mala alimentación nos puede ocasionar graves enfermedades como: Diabetes, Problemas Cardiovasculares, Hipertensión, Cánceres, entre otras.

 

¿Por qué aumentó el sobrepeso y la obesidad?

  • La comida casera se reemplazó por alimentos y bebidas ultraprocesados con alto nivel contenido de grasas, azúcar y sal.
  • 5 de cada 10 adultos son sedentarios.
  • Y es preocupante el alto índice de sedentarismo en los niños.

¿Cómo prevenir la obesidad?

Hay dos áreas concretas y claras para la prevención de la obesidad, una es la dieta equilibrada y la otra el ejercicio físico.

Dieta
En la dieta sana deben primar los alimentos bajos en calorías como fruta y vegetales, pero sin abandonar el equilibrio alimentario con alimentos ricos en proteínas, hidratos de carbono y grasas.

Ejercicio físico
Se debe realizar ejercicio físico de forma regular, lo recomendable es hacerlo al menos 3 ó 4 días por semana, y lo mínimo puede ser 35 minutos de andar ligero. Podes subir y bajar escaleras, correr, andar en bicicleta, nadar, u otro deporte a elegir. No es bueno hacer ejercicio solo un día por semana y de forma extenuante para compensar, esto no es lo adecuado.

Una vida activa, un peso saludable y una alimentación variada previenen enfermedades y hacen que te sientas mejor.

 

 

Neumonía, una infección pulmonar que puede ser grave

Las causas más comunes de la neumonía son bacterias, hongos y virus que se encuentran en el aire.

La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos aéreos se pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar.

La lucha contra las muertes causadas por neumonía se centra en la prevención, la protección y, cuando se produce la infección, todo depende de un buen tratamiento:

  • Prevención. Las vacunas pueden evitar las muertes por neumonía. Las vacunas contra el sarampión y la tos convulsa también son esenciales para evitar infecciones que podrían complicarse y terminar en neumonía.
  • Protección. La lactancia materna exclusiva en los 6 primeros meses de vida es una forma muy efectiva para proteger a los niños de neumonía y otras enfermedades infecciosas. Además de una buena nutrición, el lavado de manos, el agua potable y la descontaminación del aire de humos, también puede proteger a los niños de la neumonía.
  • Tratamiento. Para salvar a los niños de la neumonía se necesita actuar rápidamente ante cualquier posible síntoma, incluyendo la dificultad de respiración y la tos. El tratamiento para la mayoría de tipos de neumonía suele ser el uso de antibióticos.

 La neumonía afecta tanto a niños como a adultos alrededor del mundo es responsable de la muerte del 15% de los menores de 5 años. Sin embargo, es una enfermedad que puede prevenirse y tratarse de forma efectiva.

Un ACV cada 4 minutos

El 29 de Octubre celebra el Día Mundial del ACV, una jornada de prevención y difusión sobre esta patología tan común.

En la Argentina se produce un Accidente Cerebro Vascular (ACV) cada cuatro minutos. A nivel mundial, es la primera causa de discapacidad permanente y la segunda causa de muerte.

En el 80% de los casos, el ACV es prevenible. Para evitarlo tenemos que conocer nuestros factores de riesgo y si los conocemos, actuar sobre ellos mejorando nuestro estilo de vida.

Estos 10 factores de riesgo son los que provocan el 91% de todos los ACV en el mundo: la hipertensión, la inactividad física, una situación desfavorable de lípidos en la sangre, una dieta pobre, el incremento de las medidas o de la proporción cintura-cadera, factores psicosociales, tabaquismo, una alta ingesta de alcohol, enfermedad cardíaca y diabetes.

Consejos para prevenir Accidentes Cerebrovasculares

  • Controles médicos regulares
  • Estricto control de la presión arterial
  • Abandono total del cigarrillo
  • Optimización y seguimiento médico de la dieta
  • Ejercicio físico bajo supervisión médica
  • Control estricto de la diabetes
  • Control y tratamiento de las enfermedades del corazón

Para la detección a tiempo, que es clave, existen tres signos principales el habla, los brazos y la sonrisa. Si la persona se expresa con dificultad, levanta ambos brazos hacia adelante y uno de ellos cae, o bien, si sonríe de forma asimétrica, llamar a una ambulancia.

Cáncer de Mama – Detección temprana

Para enfrentar esta enfermedad mortal el camino es la prevención y el diagnóstico precoz

Estrategias para combatir el cáncer de mama

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer. En la Argentina, se detectan 19.000 nuevos casos por año. La buena noticia es que, diagnosticado a tiempo, es un tipo de cáncer que presenta más de un 90% de tasa de curación.

Según datos del Ministerio de Salud, se calcula que una de cada ocho mujeres que hayan alcanzado la edad de 80 años habrá desarrollado la enfermedad en algún momento de su vida, por lo que la detección precoz es el método preventivo más eficaz para combatirla.

Cuanto más chico se lo detecte, más fácil de extraer o tratar es. Es por esa razón que se pone especial énfasis en la importancia de los controles periódicos mediante la visita al médico, la realización de mamografías y ecografías y el autoconocimiento de las mamas, para poder notar cambios y signos de alerta.

Los avances en cáncer se basan en 3 puntos importantes:

1-Prevención: hay una necesidad cada vez mayor de llevar adelante una vida sana. Hoy se sabe que el 40 por ciento de los cánceres pueden ser evitados cambiando el estilo de vida por uno más saludable, como no fumar, no tomar alcohol, comer una dieta variada y saludable, hacer ejercicio en forma frecuente.

2-Detección precoz: se trata de la rama de la medicina donde más se ha avanzado y en la que se busca encontrar el tumor lo más pequeño posible para poder eliminarlo y que no genere graves daños en el cuerpo o hasta la muerte misma.

3-Los avances terapéuticos: existen grandes progresos más allá de la cirugía y la radioterapia, que siguen siendo la terapéutica principal para muchos tumores.

La detección precoz se mezcla con la prevención. Es decir, haciendo los estudios y chequeos preventivos, como la mamografía, se pueden detectar lesiones en estadios iniciales que pueden ser benignas, pero que de persistir se convertirían en malignas.

En cirugía también hubo grandes avances. Hoy se pueden hacer cirugías más grandes que las que se hacían antes y también se realizan menos cirugías gracias a los nuevos medicamentos que existen. Por ejemplo en mama, la mastectomía hoy es poco frecuente. Lo que se hace en la mayoría de los casos es la tumorectomía, donde se remueve la parte afectada por el tumor, pero se preserva la mama y se llega a excelentes resultados estéticos. Todo ello, acompañado por radioterapia y quimioterapia, según se necesite, que aún muestran excelentes resultados.

El cáncer de mama es grave pero tiene una tasa de curación muy alta. Cuanto más pronto se ataque, más posibilidad de vivir hay. Es vital que las mujeres tomen conciencia de lo importantes que son los exámenes periódicos preventivos, como la mamografía anual a partir de los 40 años, más ecografía.

UNA MAMOGRAFÍA DE BASE A LOS 35 AÑOS y UNA POR AÑO A PARTIR DE LOS 40.

Osteoporosis – Epidemia silenciosa del siglo XXI

El hueso es tejido vivo que se descompone y reemplaza constantemente. La osteoporosis ocurre cuando la generación de hueso nuevo es más lenta que la pérdida de hueso viejo.

La osteoporosis es una enfermedad que debilita la masa ósea y de los huesos a tal punto que los hace vulnerables ante cualquier golpe que podría terminar fracturándolos, usualmente esta patología aparece a partir de los 50 años. Es considerada una enfermedad silenciosa ya que los pacientes se dan cuenta que tienen la enfermedad cuando se fracturan los huesos sin ejercer tanta presión sobre estos.

Las fracturas relacionadas con la osteoporosis ocurren con mayor frecuencia en la cadera, la muñeca o la columna vertebral.

La osteoporosis afecta a hombres y mujeres de todas las razas. Pero las mujeres blancas y asiáticas, especialmente las mujeres mayores posmenopáusicas, son las que corren mayor riesgo. Los medicamentos, la dieta saludable y los ejercicios con pesas pueden ayudar a prevenir la pérdida ósea o a fortalecer los huesos débiles.

Es una epidemia silenciosa del siglo XXI; es decir, no tiene síntomas, un paciente se da cuenta muchas veces que tiene osteoporosis cuando ha sufrido una fractura ante un golpe leve; como por ejemplo una fractura de cadera o de muñeca. Si no se da un esquema de tratamiento, más adelante aparecerán otros síntomas como la pérdida de la estatura debido a la disminución de la longitud de las vértebras y la presencia de una joroba.

Para disminuir el riesgo de osteoporosis se recomienda actuar en prevención primaria. Es muy importante, además de la ingesta de alimentos lácteos, llevar un estilo de vida adecuado, y evitar los excesos de tabaco, alcohol y café.

Hay que evitar una vida sedentaria desde la niñez, ya que el ejercicio promueve la formación adecuada de la masa ósea y es un factor que ayuda a la prevención primaria de la osteoporosis-

Síntomas

Típicamente, las etapas iniciales de la disminución de la masa ósea no presentan síntomas. Pero una vez que la osteoporosis debilita tus huesos, podrías tener signos y síntomas que incluyen los siguientes:

  • Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada
  • Pérdida de estatura con el tiempo
  • Una postura encorvada
  • Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado

Cuándo debes consultar con un médico

Es conveniente que hables con el médico sobre la osteoporosis si tuviste una menopausia temprana o si tomaste corticoesteroides durante varios meses seguidos, o si cualquiera de tus padres sufrió una fractura de cadera.

Causas

La osteoporosis debilita los huesos

Los huesos se encuentran en un estado constante de renovación: se desarrollan huesos nuevos y se descomponen los huesos viejos. Cuando eres joven, el desarrollo de huesos nuevos es más veloz que la descomposición en el cuerpo, por lo que la masa ósea aumenta. Después de los 20 años, este proceso se ralentiza y la mayoría de las personas alcanzan su masa ósea máxima a la edad de 30. A medida que las personas envejecen, la masa ósea se pierde más rápido de lo que se crea.

La probabilidad de desarrollar osteoporosis depende en parte de cuánta masa ósea obtuviste en tu juventud. La masa ósea máxima es en parte hereditaria y también varía según el grupo étnico. Cuanto mayor sea la densidad ósea máxima que adquieras, más tejido óseo tendrás «en la reserva» y menor será la probabilidad de padecer osteoporosis cuando envejezcas.

Factores de riesgo

Algunos factores pueden aumentar la probabilidad de que desarrolles osteoporosis, entre otros, tu edad, raza, estilo de vida, así como tus afecciones y tratamientos médicos.

Riesgos inalterables

Algunos factores de riesgo de osteoporosis están fuera de tu control, incluidos los siguientes:

  • Las mujeres son mucho más propensas a desarrollar osteoporosis que los hombres.
  • La edad. Cuanto mayor sea tu edad, mayor será el riesgo de osteoporosis.
  • Tienes mayor riesgo de padecer osteoporosis si eres blanco o de ascendencia asiática.
  • Antecedentes familiares. Tener un padre, madre o hermano con osteoporosis te pone en mayor riesgo, especialmente si tu madre o padre sufrieron fractura de cadera.
  • Tamaño del cuerpo. Los hombres y las mujeres que tienen estructuras corporales pequeñas tienden a correr un riesgo más alto debido a que podrían tener menos masa ósea para utilizar a medida que envejecen.

Niveles hormonales

La artrosis es más común en personas que tienen demasiadas o muy pocas hormonas en el cuerpo. Por ejemplo:

Hormonas sexuales. Los niveles bajos de hormonas sexuales tienden a debilitar los huesos. La reducción de los niveles de estrógeno en las mujeres menopáusicas es uno de los mayores factores de riesgo para la osteoporosis.

Los hombres tienen una reducción gradual en los niveles de testosterona a medida que envejecen. Los tratamientos contra el cáncer de próstata que reducen los niveles de testosterona en los hombres y los tratamientos contra el cáncer de mama que reducen los niveles de estrógeno en las mujeres tienen probabilidades de acelerar la pérdida ósea.

Problemas de tiroides. Los niveles altos de hormona tiroidea pueden causar osteoporosis. Esto puede producirse si tu tiroides es hiperactiva o si tomas demasiada medicación de hormonas tiroideas para tratar una tiroides poco activa.

Otras glándulas. La osteoporosis también se ha asociado con la hiperactividad de las glándulas paratiroides y suprarrenales.

Factores alimenticios

La osteoporosis es más probable que ocurra en personas que tienen lo siguiente:

Bajo consumo de calcio. La falta de calcio de por vida juega un papel en el desarrollo de la osteoporosis. Una dieta baja en calcio contribuye a la disminución de la densidad ósea, la pérdida ósea temprana y un mayor riesgo de fracturas.

Trastornos de la alimentación. La restricción extrema de la ingesta de alimentos y el bajo peso debilitan los huesos tanto en hombres como en mujeres.

Cirugía gastrointestinal. La cirugía para reducir el tamaño del estómago o para extirpar parte del intestino limita la cantidad de superficie disponible para absorber nutrientes, incluido el calcio. Estas cirugías incluyen aquellas para ayudarte a perder peso y para otros trastornos gastrointestinales.

Esteroides y otros medicamentos

El uso a largo plazo de medicamentos corticosteroides orales o inyectados, como la prednisona y la cortisona, interfiere en el proceso de reconstrucción ósea.

La osteoporosis también se ha asociado con medicamentos utilizados para combatir o prevenir estas afecciones:

Convulsiones

Reflujo gástrico

Cáncer

Rechazo al trasplante

Afecciones médicas

El riesgo de osteoporosis es mayor en personas que tienen ciertos problemas médicos, que incluyen los siguientes:

Celiaquía

Enfermedad inflamatoria intestinal

Enfermedad renal o hepática

Cáncer

Lupus

Mieloma múltiple

Artritis reumatoide

Opciones de estilo de vida

Algunos malos hábitos pueden aumentar tu riesgo de osteoporosis. Por ejemplo:

Estilo de vida sedentario. Las personas que pasan mucho tiempo sentadas tienen un mayor riesgo de presentar osteoporosis que las personas más activas. Cualquier ejercicio con pesas y actividades que promuevan el equilibrio y la buena postura son beneficiosos para los huesos, pero caminar, correr, saltar, bailar y levantar pesas parecen ser particularmente beneficiosas.

Consumo excesivo de alcohol. El consumo regular de más de dos bebidas alcohólicas al día aumenta el riesgo de osteoporosis.

Consumo de tabaco. El papel exacto que desempeña el tabaco en la osteoporosis no está claro, pero se ha demostrado que el consumo de tabaco debilita los huesos.

Complicaciones

Cómo la osteoporosis puede provocar que las vértebras se aplasten y colapsen.

Fractura por compresión

Las fracturas óseas, particularmente en la columna vertebral o la cadera, son las complicaciones más graves de la osteoporosis. Las fracturas de cadera a menudo son causadas por una caída y pueden derivar en una discapacidad e incluso un mayor riesgo de muerte dentro del primer año después de la lesión.

En algunos casos, las fracturas de la columna vertebral pueden ocurrir aunque no te hayas caído. Los huesos que componen la columna vertebral (vértebras) pueden debilitarse hasta el punto de contraerse, lo cual puede ocasionar dolor de espalda, pérdida de estatura y una postura encorvada hacia adelante.

 

 

Proteína

La proteína es uno de los componentes básicos del hueso. Sin embargo, existen pruebas contradictorias sobre el impacto de la ingesta de proteínas en la densidad ósea.

La mayoría de las personas consumen mucha proteína en su alimentación, pero algunas no lo hacen. Los vegetarianos y los veganos pueden consumir suficiente proteína en la alimentación si buscan intencionalmente fuentes adecuadas, como la soya, los frutos secos, las legumbres, las semillas para los veganos y los vegetarianos, y los lácteos y los huevos para los vegetarianos.

Los adultos mayores podrían comer menos proteínas por varias razones. Si consideras que no estás consumiendo suficiente proteína, pregúntale a tu médico si la complementación es una opción.

Peso corporal

Pesar menos de lo debido aumenta la posibilidad de pérdida de hueso y fracturas. Ahora se sabe que el exceso de peso aumenta el riesgo de fracturas en los brazos y muñecas. Por este motivo, mantener un peso corporal adecuado es bueno para los huesos, al igual que para la salud en general.

Calcio

Los hombres y mujeres que tienen entre 18 y 50 años necesitan 0,03 onzas (1000 miligramos) de calcio al día. Esta cantidad diaria aumenta a 1200 miligramos cuando las mujeres cumplen los 50 años y los hombres, los 70.

Las buenas fuentes de calcio incluyen las siguientes:

  • Productos lácteos bajos en grasa
  • Vegetales de hoja verde oscuro
  • Salmón enlatado o sardinas con espinas
  • Productos de soja, como el tofu
  • Cereales fortificados con calcio y jugo de naranja

Si te resulta difícil obtener suficiente calcio de la dieta, considera tomar suplementos de calcio. Sin embargo, se ha asociado el consumo excesivo de calcio con los cálculos renales. Si bien todavía no está claro, algunos expertos sugieren que demasiado calcio, especialmente en suplementos, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.

La Health and Medicine Division of the National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine (División de Salud y Medicina de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, anteriormente el Instituto de Medicina) recomienda que la ingesta total de calcio, de suplementos y dieta combinados, no debe superar los 2000 miligramos diarios para las personas mayores de 50 años.

Vitamina D

La vitamina D mejora la capacidad del cuerpo para absorber el calcio y mejora de otras maneras la salud de los huesos. Las personas pueden obtener parte de su vitamina D gracias a la luz solar, pero esto podría no ser una buena fuente si vives en latitudes altas, si estás confinado en tu casa, o si usas regularmente protector solar o evitas el sol debido al riesgo de padecer cáncer de piel.

Con el objeto de obtener suficiente vitamina D para mantener la salud ósea, se recomienda que los adultos de 51 a 70 años obtengan 600 unidades internacionales (UI) y 800 UI por día después de los 70 años a través de alimentos o suplementos.

Las personas sin otras fuentes de vitamina D y especialmente con exposición limitada al sol podrían necesitar un suplemento. La mayoría de los productos multivitamínicos contienen entre 600 y 800 UI de vitamina D. Para la mayoría de las personas, es seguro obtener hasta 4000 UI de vitamina D por día.

Ejercicio

El ejercicio puede ayudarte a fortalecer los huesos y retardar la pérdida ósea. Los ejercicios pueden beneficiar tus huesos sin importar cuándo comiences a hacerlos, pero lo mejor será si comienzas a ejercitarte regularmente de joven y continúas haciéndolo durante toda la vida.

Combina ejercicios de entrenamiento de fuerza con ejercicios de levantamiento de pesas y de equilibrio. El entrenamiento de fuerza ayuda a fortalecer los músculos y los huesos de los brazos y la parte superior de la columna vertebral. Los ejercicios de soporte de peso, como caminar, trotar, correr, subir escaleras, saltar una soga, hacer esquí y practicar deportes de impacto, ayudan principalmente a los huesos de las piernas, las caderas y la parte baja de la columna vertebral. Los ejercicios de equilibrio como el taichí ayudan a reducir el riesgo de caídas, especialmente al envejecer.

Nadar, andar en bicicleta y ejercitarse con máquinas como los elípticos pueden proporcionar un buen ejercicio cardiovascular, pero no son tan beneficiosos para mejorar la salud ósea.

Diagnóstico de la pérdida ósea

La prueba más común utilizada para medir la masa ósea es una densitometría ósea.

Una densitometría ósea mide la fortaleza del hueso analizando la cantidad de calcio que contiene. Normalmente, su médico hará las mediciones en la cadera o en la parte inferior de la columna vertebral. Dependiendo de su densidad mineral ósea, su médico diagnosticará osteopenia u osteoporosis. La osteopenia es una pérdida ósea leve.

Tratamiento y manejo de la pérdida ósea

El tratamiento de la pérdida ósea suele incluir el uso de fármacos que modifican los huesos. Estos fármacos reducen la velocidad con que los huesos se adelgazan. También pueden reducir nuevos daños en los huesos y promover la curación. Los fármacos que modifican los huesos incluyen:

Bifosfonatos, que son fármacos que bloquean las células que destruyen los huesos, llamadas osteoclastos.

El manejo de la pérdida ósea y sus síntomas también puede incluir:

Suplementos de calcio y vitamina D. Las recomendaciones actuales se enumeran a continuación. Antes de tomar un suplemento vitamínico o mineral, hable con su médico.

Vitamina D: 800 unidades internacionales (UI) por día para mujeres de todas las edades

Suplementos de calcio para mujeres antes de la menopausia: 1,000 miligramos (mg) por día

Suplementos de calcio para mujeres después de la menopausia: 1,200 mg por día

Ejercicio. La actividad física en carga, como caminar, bailar y subir escaleras, implica tensión para los huesos. Esta tensión impulsa al cuerpo a producir células formadoras de hueso. Este tipo de ejercicio practicado con regularidad también fortalece los músculos, lo que ayuda al equilibrio. Su médico puede recomendarle un plan de ejercicios en función de sus necesidades, sus aptitudes físicas y su estado físico.

Mantener un peso corporal saludable. Es importante una dieta bien equilibrada para la buena salud de los huesos. El peso bajo puede contribuir a la pérdida ósea y a las fracturas.

Prevención de caídas. Las caídas son la causa principal de fracturas de las personas con osteoporosis. La mala visión, el calzado que no se adapta bien, una vivienda abarrotada de cosas, el deterioro psíquico, la somnolencia relacionada con los medicamentos para el dolor y la mala concentración pueden aumentar su riesgo de caer. Para prevenir caídas, intente hacer ejercicios que mejoren su equilibrio.

Prevención

La buena nutrición y el ejercicio regular son esenciales para mantener los huesos sanos durante toda la vida.

 

 

 

 

Día Mundial del Lavado de Manos

15 de Octubre – El Día Mundial del Lavado de Manos es un llamamiento para concienciar a la población de que un poco de agua y jabón pueden salvar muchas vidas.

Un gesto tan simple como lavarse las manos con agua y jabón puede ser clave para la supervivencia de millones de personas, sobre todo de los más pequeños. Los niños y niñas son especialmente vulnerables a los efectos de la diarrea y de las infecciones respiratorias, enfermedades que se pueden prevenir fácilmente y de forma barata con un poco de agua y jabón. Este día quiere servir como recordatorio de la importancia de esta práctica

Es vital timar conciencia de la importancia del lavado de manos, pero no cualquier enjuague rápido: es importante lavarse las manos correctamente con agua y jabón en momentos clave del día. Estos momentos clave son: antes de cocinar o preparar alimentos, antes de comer y después de ir al baño o de limpiar a un bebé.

El lavado de manos con agua y jabón es una de las maneras más efectivas y baratas de prevenir enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas. Estas enfermedades causan la muerte de 3,5 millones de niños y niñas cada año y afectan a la salud de millones más, tanto en países en desarrollo como en países industrializados. En muchos lugares del mundo donde tienen acceso al agua, el acceso al jabón no es siempre fácil. En países como Etiopía mucha gente utiliza cenizas o arena para su aseo personal, porque no pueden obtener jabón.

La higiene de las manos en el momento adecuado salva vidas.

La higiene de las manos en la atención sanitaria ha salvado millones de vidas en los últimos años.

La higiene de las manos es un indicador de calidad que destaca la seguridad de los sistemas de salud.

Los problemas de salud, como las infecciones asociadas a la atención sanitaria (IAAS) las cuales son a menudo invisibles pero sin embargo ocurren, son retos políticos y sociales que se deben abordar.

Las infecciones pueden ser evitadas por medio de una buena higiene de las manos, y el daño a la salud de los pacientes y del personal de la atención de la salud se puede prevenir.

¡Existe tecnología de bajo costo para salvar vidas! La solución desinfectante a base de alcohol, puede prevenir las IAAS y millones de muertes cada año.

El incorporar los momentos específicos para la acción de la higiene de las manos en el flujo de trabajo del personal sanitario facilita hacer lo correcto a cada minuto, a cada hora, cada día.

La prevención de las infecciones está en el corazón del fortalecimiento de los sistemas de salud. La higiene de las manos es la base de todas las intervenciones, ya sea al insertar un dispositivo médico invasivo, manipular una herida quirúrgica, o al realizar una inyección.

UN POCO DE HISTORIA sobre el LAVADO DE MANOS  – Semmelweis, el médico que salvó vidas por obligar a lavarse las manos

Actualmente sabemos que medidas antisépticas tales como lavarse las manos con movimientos circulares descendentes o limpiarse las uñas mediante una púa son algunas de las medidas que evitan la trasmisión de enfermedades a los pacientes durante las intervenciones quirúrgicas. Pero, hasta hace apenas unos 200 años, esto se desconocía y los profesionales sanitarios únicamente se lavaban las manos con agua y jabón por higiene personal.

El médico húngaro de origen alemán Ignác Fülöp Semmelweis (1818-1865) fue uno de los primeros en afirmar que la limpieza del personal médico estaba relacionada con la muerte de sus pacientes. Llegó a tal conclusión tras trabajar como ayudante del profesor de Obstetricia de la Universidad de Salzburg, Johann Klein, en la Clínica Primera del Hospital General de Viena y buscar la causa del fallecimiento de las mujeres por fiebre puerperal.

Fiebre puerperal

Durante la época, la fiebre puerperal era bastante común entre las mujeres: un 13% de las vienesas que daban a luz fallecían por este motivo. La fiebre puerperal se producía a lo largo de los 15 días después del parto o aborto, durante los cuales las pacientes presentaban escalofríos, fuertes dolores de cabeza, enrojecimiento de ojos e inclusive convulsiones. Aunque actualmente sabemos que se trata de una respuesta inflamatoria que afecta a todo el cuerpo, antiguamente se creía que el motivo que la producía era distinto en cada paciente y que no se trataba de una sola enfermedad sino de varias.

Es importante señalar que, por aquella época, el Hospital General de Viena permitía que las mujeres pertenecientes a las clases sociales más humildes fueran atendidas durante el parto en sus instalaciones sin coste alguno. La única condición al respecto consistía en que fueran asistidas por estudiantes en prácticas. El hospital estaba conformado por dos clínicas y las mujeres podían dar a luz en cualquiera de ellas, aunque solo había una diferencia: en la Clínica Primera ejercían los estudiantes de medicina sus prácticas y en la Clínica Segunda lo hacían únicamente las matronas.

La fiebre puerperal era más frecuente en la Clínica Primera, donde 1 de cada 10 pacientes fallecían por este motivo. Mientras que la Clínica Segunda contaba con una mejor tasa de supervivencia y solo un 4% de las mujeres que daban a luz morían a causa de esta fiebre. Este dato no pasó desapercibido para Semmelweis, quien también observó que las mujeres que daban a luz fuera de las instalaciones hospitalarias raramente se veían afectadas.

Semmelweis empezó a buscar los factores que establecían esta diferencia de cifras: ¿saturación de las instalaciones, condiciones climáticas, el estrés provocado por ingresar en una u otra clínica? La única diferencia de peso que encontró fueron los profesionales médicos que ejercían sus prácticas: en la Clínica Primera, estudiantes de medicina y en la Segunda, matronas.

La muerte de su amigo Jakob Kolletschka, médico forense, se convirtió en la razón que dio cierta luz a sus ideas. Jakob había fallecido tras cortarse en un dedo con el bisturí con el que estaba realizando una autopsia, provocándole una infección a causa de los microorganismos provenientes del cadáver. Su autopsia desveló alteraciones patológicas similares a las que se encontraban en las autopsias de las mujeres fallecidas a causa de fiebre puerperal. Semmelweis lo tuvo claro entonces: la causa de muerte de su amigo era idéntica a las de las mujeres afectadas por fiebre puerperal.

Semmelweis percibió que los estudiantes de la Clínica Primera atendían los partos justo después de realizar las autopsias, algo que las matronas de la segunda ala no realizaban. Aunque los estudiantes se lavaban con agua y jabón después de cada autopsia, esta medida no era suficiente y el particular olor del cadáver seguía impregnando sus manos, al igual que las partículas y gérmenes microscópicos que provenían del cuerpo.

Lavarse las manos después de cada autopsia

Semmelweis propuso por tanto que los estudiantes y médicos, después de cada autopsia, debían sumergir sus manos en hipoclorito cálcico y que esto debía de hacerse tantas veces como fuera necesario hasta que el olor desapareciera, lo que permitía, a su vez, que cualquier partícula o microorganismo procedente del cadáver se eliminara por completo.

¿Resultado? La Clínica Primera redujo un 90% las tasas de mortalidad por fiebre puerperal. Semmelweis llegó a la conclusión que el motivo era la falta de higiene. Su teoría fue rechazada e inclusive ridiculizada: entre sus coetáneos no sentó muy bien que fueran culpabilizados por la muerte de las embarazadas y menos que la causa fuera por sus medidas “antihigiénicas”. Semmelweis fue despedido del hospital y desprestigiado.

Familiares y amigos llegaron a sostener que estaba loco y con 47 años fue internado en una institución para enfermos mentales. En un intento de huida del lugar, Semmelweis recibió una paliza por parte de los guardias de seguridad de la institución. Falleció dos semanas más tarde, curiosamente, a causa de la infección de las heridas provocadas por los fuertes golpes de los guardias.

Su teoría fue posteriormente recuperada por Louis Pasteur, quien confirmó la existencia de gérmenes causantes de infecciones. Más tarde, el cirujano inglés Joseph Lister, basándose en estas teorías, implementó el uso de los métodos asépticos y antisépticos en cirugía. Actualmente a Semmelweis se le conoce con el nombre de «salvador de las madres» y es considerado uno de los primeros en establecer el uso de medidas antisépticas llevadas a cabo previamente antes de cualquier intervención para evitar la infección del paciente.

 

Adherencia al Tratamiento

El incumplimiento del tratamiento es la principal causante de que los pacientes no obtengan todos los beneficios que los medicamentos pueden proporcionarles.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adherencia al tratamiento como el cumplimiento del mismo, es decir tomar la medicación de acuerdo con la dosificación y el programa prescrito. Pero además se considera la persistencia, que es tomar la medicación a lo largo del tiempo del tratamiento indicado.

Según la OMS, los porcentajes de falta de adherencia de cualquier tratamiento farmacológico varían entre 15% y 93%, con un porcentaje promedio calculado en 50%. Es decir que, en promedio, la mitad de los pacientes NO cumplen con el tratamiento que les indicó su médico.

La adherencia o cumplimiento es fundamental para el éxito del tratamiento, sin embargo, solo la mitad de las personas, tomarán el fármaco según las indicaciones recibidas.

Por qué?     Entre las muchas razones para incumplir el tratamiento farmacológico, el olvido es la más habitual.

Entonces, la pregunta clave es: ¿por qué se olvida el tratamiento? En ocasiones, el motivo es simplemente un mecanismo psicológico de rechazo. Estar enfermo es una causa de preocupación y tener que tomar un fármaco es un recuerdo constante de la enfermedad. O bien, la persona puede sentirse preocupada por alguna cuestión relacionada con el tratamiento, como los posibles efectos secundarios, lo que da lugar al abandono del plan terapéutico.

A veces, también sucede que, cuando el paciente se siente mejor, decide dejar de tomar los fármacos.

Qué consecuencias tiene no cumplir con el tratamiento?

Las consecuencias de la falta de adherencia se pueden resumir en un empeoramiento de la calidad de vida del paciente, una falta de control de la enfermedad, una mayor probabilidad de recaídas y agravamientos, la aparición de efectos secundarios o intoxicaciones e incluso el aumento la morbilidad.

Además, desde un punto de vista médico puede suceder que los tratamientos lleguen a ser ineficaces por la aparición de resistencias o que, interrumpirlos favorezca una mayor agresividad de una determinada enfermedad.

Según varias encuestas, estas son otras razones para no seguir el tratamiento, de acuerdo manifiestan las personas.

  • Olvidarse de tomar el fármaco
  • No entender o malinterpretar las instrucciones
  • Experimentar efectos secundarios (el tratamiento puede ser percibido como peor que la enfermedad)
  • Considerar que el fármaco tiene un sabor u olor desagradable
  • Someterse a restricciones que se consideran un inconveniente mientras se toma el medicamento (por ejemplo, tener que evitar la luz solar, el alcohol o los productos lácteos)
  • Tener que tomar el medicamento con mucha frecuencia o seguir instrucciones complicadas.
  • Negar la enfermedad (reprimir el diagnóstico o su significado)
  • Creer que el medicamento no puede ayudar o no es necesario.
  • Creer erróneamente que el trastorno se ha tratado lo suficiente (por ejemplo, pensar que una infección ha desaparecido solo porque ya no hay fiebre)
  • Temor a la dependencia del fármaco.
  • Preocupación por el costo.
  • No importar (por apatía) la mejoría de la enfermedad.
  • Encontrar obstáculos (por ejemplo, tener dificultad para tragar las pastillas o cápsulas, problemas para abrir los botes o no poder obtener el fármaco)
  • Desconfiar del médico o profesional de la salud.

Te ves reflejado en alguno de estos ítems?

Conversalo con tu médico o buscá otro profesional con quien  te encuentres a gusto, que te escuche, te dedique tiempo y a quien puedas hacerle las preguntas que necesites para quedarte tranquilo.

La empatía médico-paciente es de vital importancia en el proceso de tratamiento y es uno de los aspectos que mejoran fuertemente el cumplimiento del tratamiento.

También puede resultar de utilidad adquirir todos los fármacos en una misma farmacia, ya que los farmacéuticos conservan registros informatizados de los fármacos que una persona está tomando y pueden controlar las posibles duplicaciones e interacciones farmacológicas o al menos el hecho de acudir siempre a un mismo establecimiento facilita el conocimiento del paciente y de sus necesidades por el profesional que le dispensa los fármacos.

Atención a la interacción entre los medicamentos.   Para evitar complicaciones o bien para asegurarse que las distintas sustancias no interfieran entre si, es recomendable que le informes a tu médico y/o farmacéutico cuales son los medicamentos sin receta médica (de venta libre) y/o qué complementos dietéticos (como hierbas medicinales) que estás tomando. Esta información es importante para el profesional a la hora de recetar.

La falta de adherencia a los medicamentos perjudica la salud… en general

El paciente no es el único perjudicado. Los recursos públicos también ya que la No adherencia al tratamiento, aumenta las complicaciones derivadas de la enfermedad y provoca un aumento de las visitas a los Servicios de Urgencia desaprovechando recursos en este aspecto y  al financiar fármacos que después no se toman o se toman de forma inapropiada.

No dejes de tomar los medicamentos que te recetó del médico tal cual cómo te lo indicó y por el tiempo total del tratamiento.

El médico y vos son un equipo que trabajan juntos para el éxito de tu tratamiento y tu mejoría. El farmacéutico también puede despejar las dudas o las consultas que te surjan sobre los medicamentos.