Si bien los síntomas varían en función de la edad del paciente, en los menores los más habituales son:
- Fiebre muy alta
- Somnolencia y decaimiento
- Irritabilidad
- Dolor de cabeza
- Fotofobia (ojos hipersensibles a la luz)
- Rigidez de cuello
- Erupciones cutáneas
- Convulsiones
Por su parte, los síntomas de la meningitis en los lactantes, que también constituyen una población de riesgo para esta enfermedad, son:
- Ictericia (tonalidad amarillenta en la piel)
- Rigidez de cuello y de todo el cuerpo
- Fiebre o temperatura corporal más baja de lo normal
- Inapetencia
- Succión débil
- Llanto agudo, inconsolable
- Fontanelas llena y abultada (las zonas blandas de las partes superior y anterior del cráneo del bebé)
La manifestación menos usual de la patología – la meningitis bacteriana –requiere internación y suministro de antibióticos específicos. Es importante destacar que si se inicia el tratamiento rápidamente, la evolución, es favorable, en la mayoría de los casos
Por su lado, las meningitis virales no siempre demandan internación, y el tratamiento está orientado a aliviar los síntomas, por lo que incluye analgésicos y reposo. En general los cuadros de meningitis viral remiten completamente en el curso de 7 a 10 días, y lo hacen sin complicaciones ni necesidad de tratamiento adicional.
En tanto, determinadas vacunas dispuestas en el calendario Nacional de Vacunación, que son gratuitas en todos los centros de salud y hospitales públicos del país, pueden prevenir algunas formas de meningitis bacterianas. Las que actúan preventivamente son: antimeningococo, antihaemophilus y antineumococo (algunas de estas dosis no están incluidas en el calendario obligatorio).
Por último, es importante destacar que, de declararse un caso de meningitis meningocócica, todos los miembros del hogar y otras personas en estrecho contacto con la persona enferma deberán recibir antibióticos preventivos para evitar infectarse.
Vacunarse, conocer los síntomas y actuar con rapidez es clave.